En el budismo, el término deva se refiere a un ser celestial o divino que habita en los reinos superiores de existencia. Los devas no son dioses en el sentido de ser eternamente todopoderosos, sino que son seres con una existencia más elevada y placentera que los humanos. Pueden vivir en diferentes reinos celestiales dependiendo de su nivel de virtud y mérito acumulado.
Hay varios tipos de devas, y sus vidas, aunque más largas y felices que las humanas, también son finitas. Eventualmente, pueden renacer en cualquier otro reino de existencia, incluidos los reinos humanos o incluso inferiores, dependiendo de su karma.