Entre más canas más ganas
Hoy me levanté con más canas pero también más ganas jajaja, ganas de escribir esto y muchas bobadas más, de pintarme el pelo como Shakira y lo hice pero adivinen… Obvio no quede ni parecida porque – las caderas no mienten queridos – y las canas tampoco y debo confesar que siempre las he odiado, y no por que impliquen madurez o vejez, eso es algo que no me preocupa ni me trasnocha, por lo menos lo de madurez ni que tenga la cabeza verde llegará a mí, pero si porque siento que me entregaría a una etapa a la que aún no quiero llegar, aún sigo nómada, gitana y libre, aún me mudo cada año y cambio de país cada mes, todavía duermo más de 8 horas y me alimento cuando se me antoja. No fui capaz de tener hijos por el simple hecho de no tener que encargarme de la vida de nadie más allá de la de mis perros, ¿que están a mis pies cada vez que llego de meses de abandono sin reclamos ni reproches… Egoísmo? Si, tal vez, el egoísmo de una tía que devuelve las bendiciones cada vez que lloran como dice el meme, y que no se compromete a cuidarlos jamás pero que está segurísima de que sería la más cansona, regañona, exigente y los protegería como una leona si le tocara del todo cuidarlos…. tal vez por eso no lo hago, no quiero que nadie se aguante mis locuras, mis manías y chocheras de una cabeza que, aunque se niega a ser blanca cada vez siente más ganas de quedarse quieta por un tiempo en algún lugar….
PD: Reflexión mañanera después de mi trasteo número 1835 estos últimos años y de llegar más que mamada de un viaje de trabajo par de días antes.